La sal es una combinación de dos minerales, sodio 40% y cloro 60%. El cloruro de sodio es nutriente esencial, sin el cual no se podría vivir. El cuerpo humano está compuesto entre un 65% y 75% de agua y su proporción de sal oscila entre los 250 gramos de una persona adulta. Procedimientos básicos como el correcto funcionamiento del metabolismo, el transporte de nutrientes en el organismo, la transmisión de impulsos nerviosos o la eliminación de toxinas, equilibrio hídrico entre otros, se realizan a través de los fluidos de agua y sal presentes en nuestro cuerpo.
MONTEMAR recomienda para el mantenimiento de la salud un estilo de vida sano y una dieta equilibrada, en el que se consuman todos los alimentos de forma moderada, sin penalizar ninguno. La sal, al aportar sabor, facilita el consumo de otros alimentos más insípidos y permite introducir en la dieta una multitud de alimentos variados que nos permite tener una salud sana y equilibrada.
El debate entre la sal y la salud se ha centrado en la existencia o no de vínculo causal entre un alto consumo de sal y la hipertensión, debido a que la Sal, es el mineral que más aporta sodio en nuestra alimentación. Recientes investigaciones nos indican que el mineral responsable o causante de la hipertensión son los altos contenidos de SODIO presentes en gran cantidad de alimentos procesados, como en el caso de las carnes frías, alimentos enlatados, precocidos, quesos y otros alimentos donde la aplicación de conservantes es alto. Por tal motivo, se recomienda el consumo de alimentos con bajos contenidos de Sodio y ricos en vitaminas y minerales preferiblemente con contenidos de Potasio.
Respecto a las necesidades de sal en la población hay que considerar que son muy variables, ya que éstas dependen de diferentes factores relacionados tanto con la salud como con factores externos. En climas calurosos y en actividades de alto esfuerzo se precisa ingerir más sal para evitar náuseas y calambres que se producen debido al aumento de sudoración y la pérdida de nutrientes.
